LO ESENCIAL DEL PLAN DE DIOS
En primer lugar, si bien todas las
religiones monoteístas, es decir, las religiones judaica, cristiana y
musulmana, son, igualmente, verdaderas, en el sentido de que todas ellas tratan
de enseñar el camino que conduce al encuentro con DIOS, así como las demás religiones
o filosofías de vida, tales como el hinduismo, el budismo, el taoísmo, etc.,
debemos poner de manifiesto que, en base a su génesis, debemos darle la mayor
relevancia al cristianismo, toda vez que comienza con la figura de Jesús de
Nazaret o Jesucristo, que representa la encarnación humana de DIOS HIJO o 2ª
Persona de la Trinidad Divina, cuya existencia, enseñanzas y ejemplo no tiene
parangón en la historia de la humanidad.
Pues bien, de las enseñanzas
cósmicas de Jesús, se puede inferir que DIOS, Fuerza Cósmica o Espíritu
Universal, tras crear una corte de ángeles perfectos, para estar cerca de Él,
piensa en crear, a su imagen y semejanza, al espíritu humano, sencillo e ignorante, dotado de libre
albedrío, con el ánimo de que éste, en pleno uso de su libertad, a través de su
tránsito a través de mundos físicos o materiales (para lo cual crea, a
continuación, el universo físico o la materia densa), pueda ir evolucionando o
perfeccionándose, hasta llegar a la iluminación plena o lo que, en el cristianismo,
llamamos “la salvación”, liberándose de las sucesivas encarnaciones y pasando a
estar, en espíritu, con su Creador, en un estado de absoluta felicidad o
plenitud espiritual, conservando su individualidad, pero en la plena presencia
de DIOS Creador de cuanto existe, invisible y visible.
Conviene resaltar que DIOS, en su
infinito amor hacia toda su creación, tanto espiritual como material, impregna
y está presente o envuelve con su presencia toda su creación, en el más amplio
sentido, llevando a cabo esa creación de almas humanas, de manera indefinida,
para que vuelvan o regresen a su verdadero hogar eterno con Él, dándoles tantas
oportunidades de salvación como sean necesarias, si bien el camino más corto y
directo de vuelta a casa fue el enseñado y ejemplificado por Jesús el Cristo.
Esto expresa, brevemente, lo
esencial que debería enseñársele al ser humano, durante su breve estancia en la
Tierra, con el fin de intentar evitar tanto sufrimiento y tragedia en la
historia humana, que se va sucediendo, siglo tras siglo, y con ello, intentar
que el ser humano, desprovisto de su propio egoísmo o ego inferior,
verdaderamente, se desapegue de la materia y posesiones materiales, superando
cuanto le aparte del verdadero camino o destino último, que es, simplemente, encontrarse
a sí mismo o a DIOS, desechando todos sus deseos de bienes materiales, poder y
egoísmo, para centrarse, única y exclusivamente, en lo que, verdaderamente,
importa, que es EL AMOR Y LA ENTREGA a los demás, que no son más que parte del
UNO UNIVERSAL, al ser todos espíritus iguales creados por DIOS, pasando a
habitar en diversos mundos físicos a través del universo, según nuestras
necesidades evolutivas, pero con el mismo destino final de alcanzar una
felicidad eterna inimaginable (sin que exista ninguna condena eterna, ni
diferencia espiritual alguna, entre los distintos habitantes del espacio o
universo), una vez las almas o espíritus humanos hayan alcanzado la perfección,
iluminación o salvación, tal como se denomina en las diferentes culturas o religiones.
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