PENSAMIENTO COMPARATIVO DE LAS CINCO GRANDES RELIGIONES DEL MUNDO: JUDAISMO, HINDUISMO, BUDISMO, CRISTIANISMO E ISLAM O ISLAMISMO:
A) INTRODUCCIÓN. B) FUNDADOR Y
CONTEXTO HISTÓRICO. C) ESCRITURAS SAGRADAS. D) LA NATURALEZA DE DIOS. E) LA
FIGURA DE JESUCRISTO. F) LA EXISTENCIA DEL
ESPÍRITU SANTO. G) LA IDEA SOBRE LA CREACIÓN. H) LA IDEA SOBRE LA SALVACIÓN. I)
LA IDEA SOBRE EL TIEMPO. J) LA IDEA SOBRE LA VIDA TRAS LA MUERTE.
Se muestra a continuación un breve
estudio comparativo del Pensamiento Fundamental de las grandes Religiones del
Mundo, de acuerdo con los diez enunciados arriba expuestos, a tenor de su
aparición cronológica, como sigue:
1º JUDAISMO
1) Introducción. Surge hacia el año 2000 a.C. en Canaán (hoy Oriente Próximo), siendo su símbolo la estrella de David. Dios creó el mundo y los judíos descienden del pueblo hebreo, el pueblo elegido por Dios, es decir, son “una luz para todas las naciones de la Tierra”. Existen tres tipos de judíos: los askenazíes (85%), los orientales (10%) y los sefardíes (5%).
2) Fundador y Contexto Histórico. Podría decirse que comienza con Abrahán, primer líder hebreo, a raíz de la alianza con Dios, quien elige a los judíos como su pueblo elegido, conformándose dicha alianza cuando Dios le dio a Moisés las llamadas Tablas de la Ley, que son las normas a seguir por los israelitas. Abrahán nació alrededor del año 2000 a.C., en Ur (actual Irak), comenzando con él la creencia en un solo Dios. Tuvo muchos hijos, siendo su seguidor Isaac, a quien estuvo a punto de sacrificar en obediencia a Dios, si bien fue Ismael el que se volvió legendario para los árabes.
3) Escrituras Sagradas. El nombre de la Biblia judía es el Tenakh o Tanaj (Antiguo Testamento), que cuenta la historia del pueblo judío. Tiene las siguientes partes: la Torah, que representa los cinco primeros libros de la Biblia, incluyendo los Diez Mandamientos que Dios reveló a Moisés, los Libros proféticos, los Libros de Esther y los Salmos, siendo, por último, el Talmud el que explica el Tanaj.
4) La naturaleza de Dios. Sólo hay un único Dios, cuyo nombre no puede siquiera pronunciarse, siendo el Creador de todas las cosas y, mediante su alianza con el pueblo judío, guía la vida y el destino de la humanidad. Dios es espíritu, impersonal y no puede conocerse por parte del ser humano; no obstante, para los judíos ortodoxos Dios es personal, todopoderoso, eterno y misericordioso. Por otra parte, para el judaísmo no existe la llamada Trinidad Divina.
5) La figura de Jesucristo. Jesús es visto como un mesías falso o un rabí o maestro judío bueno, que fue martirizado, ya que los judíos ortodoxos opinan que el verdadero mesías va a restaurar el reino judío, gobernando, finalmente, el mundo. En general, no creen que fuera el Hijo de Dios ni resucitara de entre los muertos, salvo los judíos mesiánicos y los cristianos hebreos.
6) La existencia del Espíritu Santo. Algunos creen que el Espíritu Santo no es más que otro nombre para designar la actividad de Dios en la Tierra y otros alegan que representa el amor o poder de Dios en este mundo.
7) La idea sobre la Creación. Dios es el Creador y el Libro del Génesis dice que creó el mundo en seis días, descansando al séptimo día. Así mismo, Dios acabará su creación a su debido tiempo.
8) La idea sobre la Salvación. Algunos judíos creen que la oración, el arrepentimiento y la obediencia a la Ley son necesarios para la salvación, en tanto que otros creen que la salvación no es más que la mejora de la sociedad o humanidad.
9) La idea sobre el Tiempo. El tiempo es lineal y el Mesías o Elegido de Dios vendrá cuando el mundo se haya hecho un lugar mejor o cuando los problemas se agudicen al máximo, anunciando la era de la paz mundial.
10) La idea sobre la Vida tras la Muerte. Sólo hay una vida, creyendo la mayoría de los judíos que el ser humano espera, tras la muerte, a que llegue el día del Juicio Final, en el que resucitarán todos los muertos, siendo juzgados en ese preciso momento. No obstante, algunos creen que el alma es juzgada tras la muerte física, existiendo, posteriormente, una resurrección física, de tal manera que los justos vivirán con Dios para siempre y los injustos sufrirán, eternamente, las torturas del infierno. Sin embargo, algunos judíos no creen en ningún tipo de vida consciente tras la muerte.
2º HINDUISMO
1) Introducción. Surge hacia el 1750 a.C. en India, siendo su símbolo el sonido sagrado o mantra OM. La mayoría cree en muchos dioses, pero en una sola realidad subyacente. Las personas que lleven una vida buena vuelven a nacer en una vida superior y los malvados renacerán en una vida inferior (reencarnación), aspirando a liberarse del ciclo de reencarnaciones hasta convertirse en uno con Brahmán. Existen los hinduistas vaisnavitas (70%), los vishnú (25%) y otros (5%).
1) Introducción. Surge hacia el 1750 a.C. en India, siendo su símbolo el sonido sagrado o mantra OM. La mayoría cree en muchos dioses, pero en una sola realidad subyacente. Las personas que lleven una vida buena vuelven a nacer en una vida superior y los malvados renacerán en una vida inferior (reencarnación), aspirando a liberarse del ciclo de reencarnaciones hasta convertirse en uno con Brahmán. Existen los hinduistas vaisnavitas (70%), los vishnú (25%) y otros (5%).
2) Fundador y contexto histórico. No tiene un solo fundador, siendo el pueblo ario, el que invadió la India y el que trajo consigo sus primeros dioses. Entre ellos destaca Shiva: Dios del bien y del mal, si bien el mayor de todos es Brahmán, la realidad absoluta y divina y Vishnú, el dador de la vida. Existen miles de gurús o maestros hinduistas que han alcanzado la iluminación a través del conocimiento y la práctica espiritual.
3) Escrituras Sagradas. Existen muchos libros sagrados, destacando el, el Bhagavad-Gita, los Upanishads y los Vedas (que datan de alrededor de 1400 a.C.), en los que se desarrolla la idea de Brahmán, el alma universal. Todos ellos contienen las primeras creencias hinduistas y consisten en himnos y cánticos, siendo el Rigveda el más importante, ya que contiene las creencias hinduistas.
4) La naturaleza de Dios. Sólo hay una Divinidad o Poder Divino que adopta innumerables formas. Las principales son: Brahmán, Creador de cada universo, Vishnú, el mantenedor y defensor del universo y Shiva, la diosa destructora y reconstructora del universo. Vishnú dispone de diez formas para acudir en ayuda del universo, entre las cuales se incluyen las de Krishna y Rama. Dios es el Absoluto, un espíritu universal y todos formamos parte de Él, como gotas en el océano y las personas son, en consecuencia, partes integrantes de Dios, aunque no lo sepan.
5) La figura de Jesucristo. Jesús o Jesucristo es un maestro, gurú o avatar (es decir, encarnación de Vishnú). Es un hijo de Dios, como tantos otros y su muerte no expía pecados ni resucitó de entre los muertos.
6) La existencia del Espíritu Santo. El Espíritu Santo no forma parte de esta creencia.
7) La idea sobre la Creación. La creación es cíclica, pues, tras la destrucción del universo anterior, Brahmán empieza a crear otro nuevo, Vishnú lo mantiene durante un ciclo de nacimiento, crecimiento y declive y, finalmente, Shiva lo destruye y, de esa manera, comienza el ciclo nuevamente.
8) La idea sobre la Salvación. La salvación la constituye la liberación del ciclo de reencarnaciones, que se logra a través del yoga y la meditación, lo cual puede requerir vivir muchas vidas, siendo la salvación final la integración o unión con Brahmán, perdiendo, en ese momento, su consciencia individual.
9) La idea sobre el Tiempo. El tiempo es cíclico, pasando el mundo por diversas etapas: nacimiento, crecimiento y declive, estando, en la actualidad, en la etapa denominada Kali Yuga, esto es, la edad del declive. Al final, el mundo será destruido para que, en un futuro lejano, aparezca uno nuevo.
10) La idea sobre la Vida tras la Muerte. En base al llamado “karma” o consecuencia de nuestras acciones en la vida física actual, al morir, el alma o atman renace en una forma física superior o inferior, siendo posible, a través de la devoción o conducta correcta, ascender en la escala de la reencarnación, alcanzando la total liberación del ciclo de reencarnaciones, para integrarse, en última instancia, en el Ser Supremo, perdiendo su propia identidad. En definitiva, el karma bueno supone reencarnar en una vida mejor y el karma malo supone volver a nacer y pagar pos sus pecados o errores pasados, sufriendo en la siguiente vida física en la Tierra.
3º BUDISMO
1)
Introducción. Surge hacia el 500 a.C. en India y su símbolo es una
rueda de ocho radios. Para el Budismo la vida es una secuencia de nacimientos,
muertes y renacimientos (o reencarnaciones) y la plenitud espiritual se alcanza
sólo con buenos pensamientos y acciones. Existen los budistas mahajana (56%),
los theravada (38%) y otros (6%).
2)
Fundador y contexto histórico. Constituye una rama del Hinduismo, naciendo hacia el 525
a.C., siendo su fundador Siddharta
Gautama, que nació hacia el año 563 a.C., de familia noble, en India. Llegó a
comprender la causa del sufrimiento humano, al que dio soluciones, llegando al
despertar espiritual o iluminación total, estado denominado Buda o Iluminado.
3)
Escrituras Sagradas. Las enseñanzas de Buda constituyen más de 100 volúmenes que se conocen como
el Tripitaka o Canon de Pali, que significa “las Tres Cestas”, y constituye el
libro sagrado de los budistas theravada. Recoge los discursos, reglas
disciplinarias y conocimientos avanzados.
El libro más famoso es el denominado Dhammapada, del Canon de
Pali, donde aparecen las Cuatro Verdades y los Ocho Caminos, existiendo
tres versiones: una en lengua pali, usadas por los budistas del sur y dos
versiones mahayana, que significa “Gran
Camino”, en chino y tibetano, usados por los budistas del norte, que incluyen
libros posteriores no reconocidos por los budistas del sur.
Las versiones mahayana incluyen una colección de
aforismos, los llamados Sutras, que
son los primeros libros sagrados de los budistas de esta rama.
Las Cuatro Verdades son las siguientes: 1) Dukka: vivir es sufrir, 2) Samudaya: el deseo provoca sufrimiento,
3) Nirodha: la liberación del deseo
conduce al fin del sufrimiento y 4) Maggi:
la liberación se logra siguiendo los Ocho Caminos.
Los Ocho Caminos son los siguientes: 1) la comprensión
correcta, 2) el pensamiento correcto, 3) la palabra correcta, 4) la acción
correcta, 5) la vida correcta, 6) el esfuerzo correcto, 7) la atención plena y
8) la meditación correcta.
4)
La naturaleza de Dios. Reconoce la existencia de seres divinos o sobrenaturales, pero no creen en
un Dios creador y omnipotente, reconociendo una verdad trascendental y
concibiendo una naturaleza Buda, que
infunde su existencia a todas las cosas. El budismo es ateísta, en su mayor
parte, no creyendo en un Dios o Ser Supremo, en tanto que otros consideran a Buda como un iluminado universal en un
estado consciente, es decir, como un dios.
5)
La figura de Jesucristo. Jesucristo no es parte de esta creencia. No obstante, los
budistas occidentales suelen mirar a Jesús como a un hombre iluminado,
simplemente.
6)
La existencia del Espíritu Santo. El Espíritu Santo no es parte de esta creencia.
7)
La idea sobre la Creación. La creación es cíclica, sin que tenga ni principio ni
fin, siendo parte de la rueda de sufrimiento a la que estamos atados a través
de la reencarnación. En consecuencia, a la creación se la considera,
simplemente, como parte de la rueda de la vida.
8)
La idea sobre la Salvación. La salvación constituye el objetivo de la vida, que se
logra al llegar al Nirvana, eliminando los deseos y, de ese modo, escapando al
sufrimiento humano. El sistema que conduce a la salvación o extinción de todo
deseo está en el llamado “Camino Óctuple”, ya citado anteriormente.
9)
La idea sobre el Tiempo. El tiempo es cíclico y cada existencia humana continúa a
través de la muerte y la reencarnación, siempre que nuestro propio ego inferior
nos ate a este mundo. Al final, se apagarán los deseos de todo ser humano, y,
con ello, entrará en el Nirvana, mientras el mundo continúa con su ciclo.
Algunas formas de budismo creen que un futuro Buda vendrá
y traerá la liberación para todos los seres humanos en esta Tierra.
10)
La idea sobre la Vida tras la Muerte. Al morir, la vida continúa de alguna otra forma: divina,
humana o animal, dependiendo de la conducta observada en su vida anterior. El
objetivo del budismo es conseguir la extinción de la llama del deseo o de la
atadura al sentido del ego inferior, y de esa manera, interrumpir el proceso de
la reencarnación y alcanzar el Nirvana.
Según
la filosofía budista, los seres humanos no tienen alma o espíritu; sin embargo,
los deseos y sentimientos de cada uno se pueden reencarnar en otros seres
humanos, así mismo, para ellos tampoco existe el Cielo o el Infierno, como
lugares de premio o castigo a la conducta humana.
4º CRISTIANISMO
1)
Introducción. Surge
hacia el año 30 d.C. en Jerusalén (actual Israel) y su símbolo es la cruz.
Existe un único Dios en tres personas distintas, que constituye la Santísima
Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.
El Hijo
de Dios se encarnó en la Tierra en la figura humana de Jesús o Jesucristo,
quien resucitó de entre los muertos. Existen católicos (58%), protestantes
(24%), ortodoxos (9%) y otros (9%).
2)
Fundador y Contexto Histórico. Su fundador fue Jesús de Nazaret, nacido en Judea (actual
Israel) hacia el año 4 a.C. y crucificado hacia el año 29 d.C., considerado
como el Hijo de Dios, segunda persona de la Santísima Trinidad, nacido de la
Virgen, tras ser concebido directamente por el Espíritu Santo, tercera persona
de la Trinidad Divina, encarnando en la Tierra para redimir a la humanidad.
Su
principal enseñanza fue que se debe amar a Dios y al prójimo como a sí mismo,
si bien deben seguirse las diez reglas adoptadas de las escrituras judías,
conocidas como los Diez Mandamientos.
3)
Escrituras Sagradas. La Biblia es el
libro sagrado, constando de dos partes: la primera escrita en hebreo y arameo,
que constituye el denominado Antiguo
Testamento y la segunda fue escrita en griego, conocida como Nuevo Testamento. El Antiguo Testamento integra los libros
de la Biblia hebrea y los del Nuevo
Testamento, institucionalizados en el año 280 d.C., son los Evangelios, los Hechos de los Apóstoles
y el libro del Apocalipsis.
Como idea universal o cósmica, todos los libros sagrados conducen al encuentro con
Dios, si bien el libro sagrado, por antonomasia, lo constituye el
Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios, en una interpretación cósmica
de sus enseñanzas.
4)
La naturaleza de Dios. Existe un único Dios, Creador de todas las cosas y se presenta bajo tres
personas llamadas “la Santísima Trinidad”: el Padre, el Hijo (Jesucristo) y el
Espíritu Santo. Estas tres personas o aspectos de Dios coexisten en una única
Divinidad, es decir, que siendo Dios único, al mismo tiempo es trino, siendo un
Ser espiritual sin cuerpo físico. Es personal y está involucrado con la
humanidad, Creador del universo, eterno y perfecto.
Como idea universal o cósmica, puede decirse que, por su propia naturaleza, Dios
impregna, con su presencia, toda su creación universal, dándole su hálito
vital, sin que ello signifique, en modo alguno, ninguna concepción panteísta.
5)
La figura de Jesucristo. Jesús es la segunda persona de la Santísima Trinidad,
siendo igual al Padre y al Espíritu Santo, y, en consecuencia, es el Hijo de
Dios, habiendo existido siempre como Dios Hijo. Es plenamente Dios y plenamente
hombre, durante su breve estancia en la Tierra, estando ambas naturalezas
unidas, pero no mezcladas.
Fue
engendrado a través del Espíritu Santo y nació de la Virgen María,
representando el único camino para ir al Padre, la salvación y la vida eterna.
Murió en la cruz, pagando por nuestros pecados o mal uso del libre albedrío,
resucitando de entre los muertos, tanto espiritualmente como físicamente
inmortal.
Hasta
Pentecostés, es decir, 40 días tras su resurrección, apareció físicamente,
dejándose tocar y comiendo con sus discípulos, para, finalmente, ascender al
cielo en cuerpo y alma y al final del mundo, Jesús regresará visible y
físicamente para establecer el Reino de Dios, así como para juzgar al mundo.
Como idea universal o cósmica, se podría decir que Jesús, tras iniciar su labor
mesiánica y convertirse en Jesucristo, es decir, en una plena identificación
con Dios Hijo, padeció su calvario para salvar a la humanidad de su propio ego
inferior, así como para enseñarle el verdadero camino de salvación, que no es
más que el sendero de regreso al Padre, a través de las enseñanzas y ejemplo
terrenal de su Hijo, resucitando en espíritu y desintegrando su cuerpo físico o
revestimiento material, utilizado durante su corta existencia terrestre.
Durante
40 días se apareció, esporádicamente, a sus discípulos, dándoles pruebas
evidentes de la existencia post-mortem, o resurrección espiritual, ascendiendo
con su cuerpo espiritual glorioso a la vista de todos, hasta desaparecer en el
espacio.
Puede
hacerse visible al final de los tiempos, pero es responsabilidad de la
humanidad el establecimiento del Reino de Dios en la Tierra, si sigue,
finalmente, las enseñanzas cósmicas de Jesús, ya que Dios, que es el Amor
Absoluto, no juzga a sus criaturas, sino que siempre está abierto a ayudarlas
para su desarrollo o evolución de sus almas hasta su pleno reconocimiento
consciente de ser verdaderos hijos de Dios, no permitiendo que ninguno de sus
hijos se pierda, eternamente, por hacer un mal uso de su libre albedrío.
6)
La existencia del Espíritu Santo. El Espíritu Santo es la tercera persona de la Santísima
Trinidad y, en consecuencia, es Dios. Así mismo, es una persona y no una fuerza
o campo de energía, pues consuela, se entristece, reprende, convence, guía,
enseña y da plenitud a toda la cristiandad.
Como
idea universal o cósmica, tanto Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, no
tienen forma física, constituyendo, en realidad, la pura Consciencia Cósmica,
la Fuerza Creadora de todo lo invisible al ojo humano o universo espiritual y todo lo visible o universo físico y, por tanto, resulta del todo incomprensible para
la limitada inteligencia del ser humano.
7)
La idea sobre la Creación. La creación es sólo obra de Dios, comenzando en un
momento determinado en el tiempo y terminándolo, igualmente, en su momento. Así
mismo, Dios lo creó todo de la nada y lo creado tiene un fin y un significado.
Como idea universal o cósmica, Dios es el Creador de cuanto existe, tanto invisible (universo o dimensión espiritual) como
visible (universo físico), a partir
de cierto momento, gozando la creación espiritual de la eternidad y la creación
material de un tiempo limitado, renovándose, constantemente, por su propia
naturaleza, dado que la materia es una forma de energía que tampoco se pierde
nunca, sin que, simplemente, tal como conocemos, a través de la ciencia física,
se transforma únicamente.
8)
La idea sobre la Salvación. La salvación no puede lograrse a través de las obras del
ser humano, sino que se obtiene por la gracia de Dios, a través de la fe.
Jesús
murió por los pecados de la humanidad, resucitando físicamente, dando, con
ello, la seguridad total del perdón y de la resurrección de la carne o cuerpos
físicos que se ha utilizado en una única vida en el plano físico.
Como idea universal o cósmica, la salvación consiste en la liberación del propio ego
inferior de la humanidad y su camino nos fue enseñado, magistralmente, por
Jesucristo, Hijo de Dios, para, mediante un uso correcto de nuestro libre
albedrío, poder llegar a practicar el amor incondicional hacia toda la creación
y, de ese modo, llegar a alcanzar la
consciencia cósmica o plena identificación con la verdadera naturaleza divina
del ser humano y, así, poder emprender el camino de regreso al hogar eterno de
Dios Padre, que nos está esperando en espíritu o revestido de nuestro cuerpo
espiritual glorioso.
9)
La idea sobre el Tiempo. El tiempo es lineal, existiendo dos interpretaciones: la
primera sugiere que se formará un mundo nuevo y pacífico, que constituye el
Reino de Dios en la Tierra y la segunda es la que contempla un mundo de
sufrimiento y maldad, en el que aparecerá el Anticristo, produciendo un gran
conflicto, para, finalmente, regresar Cristo para acabar con él e inaugurar un
reino de paz mundial.
Como idea universal o cósmica, el tiempo es lineal, constituyendo una dimensión
existente sólo a nivel de universo físico, cuya existencia es eterna (habida
cuenta de los ciclos de destrucción y reconstrucción del universo o “big bang”
y “big crunch”), con el
fin de permitir la evolución de las almas humanas creadas por Dios,
indefinidamente, y lograr que, en el tiempo, cada alma pueda llegar a su
iluminación o concienciación cósmica y, de ese modo, evitar, definitivamente,
tener que pasar por existencias o estancias temporales terrestres, con sus
múltiples pruebas y en las que realiza el alma sus prácticas en la que
podríamos denominar “la escuela de la
vida”, y así tener su lugar junto a Dios, habitando en sus muchas moradas
espirituales de las que nos habló su Hijo Jesucristo, donde, finalmente,
estaremos todos en espíritu, a imagen y semejanza de nuestro Padre Celestial,
que es pura Esencia Espiritual.
10)
La idea sobre la Vida tras la Muerte. Sólo hay una sola vida en la que el ser humano se juega
su destino eterno. Varían las creencias sobre la muerte, ya que, para algunos,
el alma puede ascender al Cielo, para ser juzgada por Dios, y para otros, el
alma y el cuerpo físico resucitarán, únicamente, el día del juicio Final, para
ser juzgados y llevados al Cielo (para estar con Jesús) o al Infierno
(sufriendo el tormento de la separación de Dios), según los casos.
La
resurrección corporal de Jesús garantiza a los creyentes que también ellos
recibirán cuerpos físicos inmortales.
Como idea universal o cósmica, existen tantas vidas o existencias terrestres, en la
inmensidad de mundos habitados repartidos por todo el universo físico, como se
hagan necesarias, dentro del Plan de Dios, que no juzga a la humanidad y que,
al darle el don del libre albedrío, le está dando tantas oportunidades como
sean necesarias, como hijos suyos, para que sus almas evolucionen, se perfeccionen
y vuelvan al hogar eterno espiritual del Padre.
La
muerte, en realidad, no existe, ya que no es más que la mera transición de una
vida física a otra de carácter espiritual, donde continúa su consciencia
individual su desarrollo espiritual, repitiéndose dicho proceso hasta alcanzar
la concienciación cósmica que le permita estar como co-creador, junto a Dios,
su Hacedor.
5º ISLAM O ISLAMISMO
1)
Introducción. Surge
hacia el año 600 d.C. en La Meca (hoy Arabia Saudí) y su símbolo es una
estrella y una media luna. Su fe se basa en la creencia en un solo Dios,
llamado Allah. Existen suníes (83%),
chiitas (16) y otros (1%).
2)
Fundador y Contexto Histórico. Se considera a Mahoma su fundador o último profeta del
Islam, de los 26 profetas islámicos, nacido hacia el año 570 d.C., considerado
el enviado de Allah (Dios), en la
Meca (Arabia Saudí).
Según el Islam (que significa “sumisión” en árabe), hubo
numerosos profetas anteriores, como Abrahán, Moisés y Jesús. El ángel Gabriel
se le apareció para que fuese “el Mensajero de Dios” y Abu Bakr le sucedió, a
su muerte, como califa.
Los pilares del Islam son los siguientes: a) Shahada: Allah es el único Dios y Mahoma su profeta, b) Salat: Orar cinco veces al día, 3) Zakat: Ayuno durante el mes de Ramadán
y 5) Hayy: Hacer una peregrinación a
la Meca, donde está el santuario de la Kaaba, al menos, una vez en la vida.
3)
Escrituras Sagradas. El Corán o Qur’an es el libro
sagrado, escrito en árabe, y fue dictado a Mahoma por el ángel Gabriel, así
como el Hadith, que recoge las
palabras y obras de Mahoma.
La ley bíblica de Moisés, los Salmos y el evangelio de
Jesús, llamado el Injil, se aceptan por el Corán, aunque se consideran corruptos por
los musulmanes, ya que tienen la creencia de que el Corán fue escrito por Dios,
directamente, antes del comienzo de los tiempos.
4)
La naturaleza de Dios. Existe un solo Dios, llamado Allah,
en árabe, siendo indivisible y sin igual, creador de todo cuanto existe,
habiendo hablado a la humanidad a través de muchos profetas, de los que Mahoma
fue el último y más grande de todos.
Dios o Allah es uno y reveló el Corán a Mahoma
a través del ángel Gabriel. Para el Islam Dios es un juez severo, aunque, a
veces, se muestra misericordioso, no siendo representado como un Padre cariñoso
para con sus criaturas.
Por
tanto, existe plena coincidencia con el cristianismo, en cuanto a que, por su
propia naturaleza, Dios impregna, con su presencia, toda su creación universal,
dándole su hálito vital, sin que ello signifique, en modo alguno, ninguna
concepción panteísta.
5)
La figura de Jesucristo. Jesús es uno de los 124.000 profetas enviados por Dios a
diferentes culturas, destacando, entre otros, Abrahán, Moisés y Mahoma. Jesús
nació de una virgen, pero no es el Hijo de Dios, sin pecado ni divino ni Dios
mismo. Además, no fue crucificado, ascendiendo al cielo sin haber muerto. Se
refieren a él como el mesías y Ayatollah,
es decir: Ayat Allah = seña de Dios,
y regresará, en el futuro, para vivir y morir.
6)
La existencia del Espíritu Santo. El Corán se refiere a Jesús como el Espíritu de Dios y
los musulmanes eruditos consideran al ángel Gabriel como el Espíritu Santo.
7)
La idea sobre la Creación. Dios lo ha creado todo, bastando con que diga,
simplemente, que sea, para que todas las cosas existan, guiando su creación con
un propósito para cada una de las formas de vida integradas en ella.
8)
La idea sobre la Salvación. Partiendo de la base de que los seres humanos son,
básicamente, buenos, pero falibles, necesitan dirección y guía y según sea la
balanza de las obras buenas y malas, así se determina el destino eterno en el
paraíso o en el infierno.
9)
La idea sobre el Tiempo. El tiempo es lineal y al final de los tiempos, Dios
anunciará el día del Juicio Final, acabándose el mundo y siendo todos juzgados
en ese último día.
10)
La idea sobre la Vida tras la Muerte. Sólo hay una sola vida y tras la muerte, el ser humano
espera hasta el día del Juicio Final, en el que todos resucitarán y serán
juzgados, de tal manera que el Paraíso será para los que hayan vivido de
acuerdo con la voluntad de Dios, en tanto que los que no hayan sido justos, no podrán
entrar en él.
Por consiguiente, creen en la resurrección de los cuerpos
físicos, alcanzando el Paraíso eterno los que abrazaron el Islam y el Infierno
eterno los infieles, es decir, todos aquellos que rechazaron el Islam.
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